La más pequeña de las aves

El colibrí abeja es el ave más pequeña del mundo, su longitud máxima es de sólo 6 cm y la mitad de esta longitud está ocupada por el pico y la cola. Bate las alas de 30 a 80 veces por segundo, produciendo un zumbido como el de las abejas. Como todos los colibríes, puede volar hacia los lados, en reversa o suspenderse en el aire, pero éste movimiento le hace gastar pronto la energía. Se alimenta del néctar de las flores absorviéndolo con su pico. Vive únicamente en la isla de Cuba y su nido no es más grande que un dedal.

Orejas descomunales

El Aye-aye es un tipo de lémur, con unas enormes orejas en forma de paleta, y un oído tan fino que capta el movimiento de los insectos ocultos tras la corteza los árboles. Extrae sabrosas larvas con su largo y delgado dedo medio. También come nueces, brotes de bambú y y fruta. Vive en las selvas de Madagascar y está en peligro de extinción, debido a la destrucción de su hábitat. Su cabeza y su tronco miden 45 cm, mientras que su cola mide 55 cm.

El pirata de los cielos

La fragata magnífica debe su nombre al de un tipo de barco que solían utilizar los piratas. Cuando observa que otra ave lleva comida, vuela tras ella y la obliga a soltar su carga para, de inmediato, bajar en picada y agarrar el alimento en el aire. Durante el cortejo, la fragata macho hincha la bolsa roja de su garganta para atraer a la hembra. Su longitud máxima es de 1m y alcanza una envergadura de hasta 2,4 m. Anida en las islas próximas a los continentes y por lo general se mantienen volando cerca de tales islas, rara vez penetran tierra adentro o se alejan mar afuera. Su habitat se encuentra en las islas Galápagos.

Nadador de tiempo completo

El manatí es un mamífero que pasa toda su vida en el agua. Nada lentamente con su cola aplastada que le da impulso. Puede permanecer bajo el agua hasta 5 minutos, pero ha de salir a la superficie para poder respirar. Puede pesar 1000 kg y medir hasta 3,8 m y, necesita comer 30 kg de vegetales diariamente. Habita los ríos de agua salada en las costas de Florida y está en peligro de extinción por la contaminación de las aguas.

Un aguila con patas largas

El secretario es una de las rapaces más inconfundibles de toda la fauna africana. Sus zancudas patas le permiten cazar con gran acierto serpientes, por lo que también se le ha denominado a veces como serpentario. Habita las sabanas africanas desde Somalia hasta Senegal y de Kenya a Sudáfrica. El nombre le viene por su peculiar librea, gris y con las patas negras, y con un copete de plumas como llevaban los secretarios británicos de hace siglos. También se piensa que es una mala traducción francesa de su nombre árabe.